viernes, 5 de julio de 2013

Antes de comenzar la tarea reflexionemos:


 

Fragmento del texto “Frágil el niño, frágil el adulto”, Ignacio Lewkowicz

“Hace algún tiempo a partir  de varias experiencias, construimos una metáfora para nombrar situaciones en que la subjetividad supuesta para habitarlas no está forjada: La Metáfora del galpón.  Un galpón es un recinto a cuya materialidad no le suponemos dignidad simbólica. La metáfora del galpón nos permite  nombrar  una aglomeración  de materia  humana sin una tarea compartida, sin una  significación compartida   , sin una  subjetividad capaz común. Un galpón es lo que queda de la institución cuando no hay sentido institucional: los ladrillos y un reglamento que está ahí, pero no  se sabe si ordena algo en el interior de esa materialidad. En definitiva, materia humana con algunas rutinas y el resto a ser inventado por los agentes. Así como en tiempos del Estado Nación pasábamos de institución en institución, hoy en ausencia de marco institucional previo, se permanece  en el galpón hasta que no se configura activamente una situación. Pero eso ya no depende de las instituciones  sino de sus agentes.”

De formas y Formatos ¿Escuela para todos? . Betina  Bendersky y Noemi Aizencang

Extraído del libro “La psicología educacional como instrumento de análisis y de intervención. Diálogos  y entrecruzamientos” Nora Elichiry (comp.).

“Nuestra experiencia nos señala que ese otro que posibilita nunca es uno. Se trata de un conjunto de docentes y en ocasiones también de la presencia de otros adultos, que se suman y trabajan conjuntamente. Se trata de varios otros que entran en diferentes escenas, que intervienen de diferentes modos y desde diferentes lugares, organizando así soportes y Formatos de intervención. Estas  prácticas implican a varios  y diferentes adultos  de la escuela que se proponen participar y que se detienen en la singularidad de la situación, procurando flexibilizar Formas para sostener inclusiones. No es un mero acompañamiento es la revisión de Formatos y condiciones escolares para armar algo diferente que no pretende homogeneizar ni igualar. Una intervención que se detiene en una tensión inherente a lo escolar: entre lo singular  y el “ para todos” en los escenarios escolares, es procurar  otros caminos u otro tratamiento de aquello que no ingresa al universal, que no sea por la vía de la segregación ni tampoco de la excepción…”

“Pensar  en procesos   , en herramientas y en mediaciones , supone pensar desde la complejidad,  es decir poner en discusión …renunciar a esa explicación que todo lo explica…Dejarse sorprender por lo singular requiere del trabajo en equipo, de la confianza en que es posible sostener al otro desde lo que si sabemos hacer, desde nuestra búsqueda permanente  de formas pedagógicas y de formatos que procuran buenas  condiciones de aprendizaje. Dejarse sorprender por lo singular supone dejar a un costado lo conocido, seguro y previsible para permitirse el encuentro con el otro, con lo desconocido, con lo que inquieta e interroga. Tolerar el no saber, cuando somos educadores que creemos   ”debemos poder”, no resulta una tarea sencilla; pero trabajando con otros es una tarea posible”

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